viernes, 17 de febrero de 2017

K2 MEMORIA FINAL

JOB SHADOWING

Hemos colaborado con socios italianos. Con antelación a nuestra llegada al Istituto Erodoto para realizar el Job Shadowing, se han trabajado por vía e-mail, Whats App y Messenger, los contenidos programados, en función del tiempo que se disponía y de las edades de los alumnos con los que íbamos a trabajar, incluyendo, además, tareas de formación para profesores y de trabajo con los padres en las jornadas vespertinas.
El núcleo central de las actividades ha sido “El Quijote”, y se han elaborado materiales lúdicos y motivadores para toda la Comunidad Educativa: como dibujos para colorear por los más pequeños, uso de distintos materiales para decorar colegio y aulas, creación de Photo call de Quijote y Sancho, preparación de una coreografía, etc…
Nos pareció ideal elegir este tema coincidiendo con el V Centenario del fallecimiento de Miguel de Cervantes, y también por haber trabajado previamente con los materiales durante las jornadas culturales de nuestro propio colegio. De esta forma, fuimos capaces de realizar una autoevaluación y corregir los errores, llevando un trabajo sólido y ya experimentado con antelación, que resultó ser un éxito rotundo.
Una de las tardes realizamos un curso en la Facultad de Bellas Artes, situada a unos 40 kilómetros del colegio, sobre el uso de diferentes aplicaciones para tablets, ordenadores y móviles en la escuela. Fue un aprendizaje intensivo y muy interesante.
La última tarde, asistimos a una visita al castillo de Corigliano y participamos, junto con los alumnos, en un baile adaptado por nosotros a la canción “Quijote Sancho”, previamente ensayado en la escuela.
Los padres nos acompañaron durante la visita y fueron espectadores de lujo durante el baile. Después, nos hicieron preguntas para resolver curiosidades  sobre las diferencias entre la enseñanza en España y en Italia.

Gracias a nuestro manejo básico del italiano, a la gran similitud entre ambos idiomas, y por supuesto, a la profesora y colaboradora italiana, Titti Romio, que en todo momento nos asesoró. E incluso, hizo las veces de traductora, pudimos solventar nuestra intervención de forma exitosa. Para despedirnos, acompañamos a los padres y alumnos, que insistieron en invitarnos a un helado típico en la zona y nos despedimos con gran pesar, pero con la sensación de haber hecho un trabajo impecable. 

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